Hay un tema que marca y mucho nuestras vidas y relaciones y del que apenas somos conscientes. Y es que somos puros autómatas, tenemos muchos, muchos patrones que repetimos y repetimos sin darnos cuenta.

El problema es que en ocasiones y desgraciadamente algunos de esos hábitos, son muy tóxicos y sin embargo los hacemos y repetimos sin ser conscientes y con resultados y efectos no deseados. 

Algunos de estos malos hábitos o comportamientos, están muy extendidos y hasta normalizados y nos afectan y mucho en nuestras relaciones. 

Estos patrones de comportamiento y comunicación continuados en el tiempo pueden deteriorar o incluso acabar con nuestra relación, ya sea personal o profesional.

En esta ocasión os voy a compartir un tema que me encuentro y mucho en mis sesiones de coaching, y que afecta y mucho a las relaciones.

Se trata del Triángulo Dramático. Esta idea o modelo surgió de la mano de Stephen Karpman, que nos describió ciertos patrones o roles de interacción entre las personas.

Estos roles los interpretamos de manera habitual y sin ser conscientes en la mayoría de las ocasiones. 

Pero ya os adelanto que ninguno de estos roles es bueno, ni beneficia en nada a las relaciones, más bien todo lo contrario, todos los roles son tóxicos, y son altamente disfuncionales, 

Estos patrones o roles, vienen aprendidos desde nuestra infancia como la mayoría que tenemos y que empleamos en nuestra vida adulta.

Un tema común para todos ellos, es que en ningún caso la persona asume sus responsabilidades, si no que las pone en los demas. 

Es una estrategia emocionalmente inmadura a la hora de afrontar situaciones de conflicto.

En todos los roles hay posiciones muy polarizadas y desequilibradas.

En este Show, este juego, juegan sin ser conscientes todo tipo de personas y en todo tipo de relaciones. 

Relaciones personales ya sean de pareja, familiares, de amistad y también profesionales y dentro del ámbito profesional.

Incluso con un@ mism@, internamente con nuestras diferentes caretas del ego.

También se puede dar el caso, que en una relación por ejemplo, una misma persona pase por los diferentes roles o personajes.

Os voy a hacer una pequeña descripción de estos roles o personajes para poner las bases y desarrollar este tema.

 

roles

 

ROL  SALVADOR/A

Estas personas tienen una preocupación exagerada por las necesidades de los demás. Se quieren comprometer en ayudar al mundo entero, sin que se lo pidan. Se sienten responsables del bienestar y de la felicidad de sus semejantes.

 

salvador

 

 Más características distintivas del salvador/a

Tomar responsabilidades y obligaciones de otras personas.

Buscar el reconocimiento y el cariño constantemente a través de sus buenas acciones y predisposición. 

Evitar los conflictos, calmar las situaciones, apaciguando a las partes.

Ocultar situaciones incómodas y maquillar todo como si nada pasara.

Cargar con temas que no son suyos.

Apoyar, aconsejar, defender ( aun cuando nadie se lo pide)

Sobre poner los intereses de las otras personas a los suyos propios.

En últimas buscan la aprobación. Sentirse querid@s a través de hacerse y sentirse indispensables. 

 

salvador

 

ROL  PERSEGUIDOR/A

Siempre con el dedo acusador por delante, con el juicio y la crítica. Buscan los puntos débiles de las otras personas para ponerlos en evidencia.

Se reafirman a sí mismos arremetiendo contra los demás. Sus herramientas preferidas son: criticar, culpabilizar, amenazar, protestar, sermonear, desacreditar, poner motes, desprestigiar. etc, siempre exhibiendo poder y superioridad.

Buscan el defecto, el fallo en los demás y no son capaces de ver los suyos propios. 

Dentro de sus inseguridades, están la de no sentirse lo suficientemente buenos, y perfectos. No sentirse reconocidos.

 

perseguidor

 

Características distintivas del perseguidor/a

Tener el control y el mando. En ocasiones también busca aliados para machacar al oponente.

Actitud acusadora y condenatoria.

Polarizarse continuamente. Conmigo o contra mi. Blanco o negro.

Querer ser visto como referente y un ejemplo a seguir. No tolera opiniones contrarias.

Indignación y mal humor casi constante.

Arrogancia y sentirse por encima del bien o del mal.

Ordeno y mando. Creerse en el derecho de que los demás actúen de la manera que deseen.

Ocultar y rechazar su vulnerabilidad.

En últimas buscan el control.  Recurren a la crítica, con la rabia y la cólera.

ROL VÍCTIMA

¡Ponga un culpable en su vida y se acabaron sus problemas!

 Es el eslogan preferido de este perfil.

Buscan a alguien que les ayude, que les compadezca, no se sienten capaces de afrontar los temas sean del ámbito que sea. No son responsables de nada, todo les pasa. Se centran en buscar culpables en lugar de buscar soluciones. 

Siempre se sienten injustamente agredid@s, por las personas, por la vida, la salud …todo está en su contra.

Buscan llamar la atención, y si no lo consiguen manipulan el entorno para hacerse notar. Esta actitud provoca en las personas que les eviten o que no les cuenten cosas para no preocuparles. Es bastante probable además que agoten la energía de las personas a las que demandan atención y cuidados, por lo que se les llama también vampiros energéticos.

 

víctima

 

Características distintivas de la víctima 

Incapacidad en la toma de decisiones.

Sentirse indefensos, inseguros, débiles. 

Incapacidad de cuidarse a sí mism@s, dependencia de las personas y entorno.

Sentimiento de ser inadecuad@ o de la inoportunidad.

Tener siempre un  “si pero” … no tomar acción.

Buscar  culpables, no responsabilizarse.

Sensación de bloqueo, parálisis.

Sentirse traicionad@s, abandonad@s, incomprendid@s.

Estar muy influenciados por pasados negativos y proyecciones a futuros catastrofistas.

Ser muy susceptibles y ofenderse a la mínima.

En últimas buscan seguridad. La vergüenza y los temores forman parte de su vida constantemente.

 

herramientas

 

¿Te has sentido identificad@ por alguno de ellos ?

Podemos tener una tendencia a estar en unos de esos roles, pero también es habitual que entremos y salgamos de ellos según las circunstancias y las personas de las que nos rodeemos. Por ejemplo podemos tener el rol de salvador en el trabajo y el de acusador en la pareja.

Cuando nos instalamos en este tipo de roles, se crean relaciones tóxicas y se revelan claramente las sombras que todas las personas tenemos, como  las dependencias, inseguridades, agresividades, exigencias, victimismo, vanidades, miedos, control, posesión etc etc.

MOVIMIENTO ENTRE LOS DIFERENTES ROLES. (Jugar con los gráficos ) Posiciones. 

Es muy probable que vayamos pasando por los diferentes roles dependiendo de nuestros estados emocionales, así como de las diferentes circunstancias en las que nos encontremos. 

Por ejemplo:

Ya sabemos que el salvador siempre está en disposición de atender, salvar y hasta de hacer cosas que no le corresponden a otras personas y sin que se lo pidan.

Esta disposición le viene como anillo al dedo a la víctima, que siempre requiere de cuidados y atenciones.

Esta relación llevada al extremo, hará que la víctima se sienta cada vez más inútil y que sea más insegura. Esto a su vez hará que el salvador quiera salvar y ayudar más a la víctima, creando una dependencia tóxica que no benéfica a nadie, ya que ninguna parte consigue sus objetivos. El Salvador ve que sus esfuerzos son en balde y la víctima piensa que no es suficiente por ejemplo.

Llegado este punto se produce una insatisfacción por ambas partes, ya que la víctima puede demandar más y más, al no sentirse suficientemente atendida o sentirse infravalorada o inferior y echarlo en cara al salvador o al perseguidor ( si fuera el caso)  y es en este momento cuando la víctima pasa a ser el perseguidor.

Otro escenario posible es que el salvador, al no sentirse reconocido y harto de ayudar a la víctima pase a ser perseguidor, acusándolo y recordando todo lo que hace mal, o lo que deja de hacer. ( no haces nada bien, no haces lo que yo te digo, poco te pasa  …

También se puede dar el caso en el que el salvador al no sentirse recompensado pase a modo víctima, entrando en modo queja, culpa, (porque nadie me agradece, con lo que hago yo por ti…) 

Si? Lo veis…os reconocéis..?

En definitiva los roles se mueven y se interrelacionan constantemente desde una toxicidad que deteriora las relaciones y donde además ninguna de las partes se siente reconfortada  o reconocía, con lo cual el drama y el sufrimiento están garantizados.

triángulo

Áreas de mejora para cada rol.

 SALVADOR/A  

En primer lugar, ser muy conscientes de que no somos responsables de nadie, solo de nosotr@s mism@s. 

Ni tampoco somos salvadores de nadie, cada persona tiene que vivir y experimentar sus propias experiencias. La sobreprotección puede generar los efectos contrarios y dejar a esa persona a la que queremos salvar más indefensa y con menos recursos y experiencia. 

Intervenir solo cuando nos lo pidan,  o por lo menos preguntar si la persona necesita de nuestros apoyo. ( este es el punto principal.)

Saber y tener tiempo.  Ya que en muchas ocasiones y con la mejor intención, se intenta ayudar sin el conocimiento y recursos necesarios, con lo cual el resultado no es nada bueno y probablemente el contrario que se pretendía. 

Así que ser muy consciente de dónde nos metemos y si sabemos y tenemos si tenemos tiempo para dedicarnos.

Mejor acompañar que salvar. Acompañar por ejemplo desde la escucha activa. Muchas veces lo que más necesita una persona es simplemente que se la escuche. Sentirse escuchad@ es tremendamente sanador.

Acompañar desde la humildad y reconociendo y potenciando las capacidades de la otra persona. 

Entrenar la asertividad. Aprender a decir no, a poner límites. 

Ocuparnos más de nuestras propias necesidades, reconocer que nos falta, que nos sobra y ocuparnos de nosotros, para que desde esa plenitud poder acompañar a otras personas. No podemos dar si no tenemos. 

PERSEGIDOR/A

Como primer paso, hacernos conscientes de que no somos jueces de nadie, ni de nada. Que no estamos en posesión de la verdad absoluta. Que hay mucha variedad y diversidad en las maneras de entender la vida.

Ser conscientes de que huimos de nuestro propio dolor. De que vemos la vulnerabilidad como una debilidad y nos polarizamos siendo duros e insensibles con los demás. 

Que usamos la acusación y el castigo para no reconocer imperfecciones y carencias que no somos capaces de reconocer o gestionar en nosotr@s mism@s

Trabajar en descubrir qué hay detrás de esos enfados. Dejar de luchar con nosotr@s mism@s.

Gestionar y equilibrar el exceso o falta de exigencia con nosotr@s y que luego proyectamos en los demás de manera agresiva.

Trabajar la empatía y la asertividad con las personas que forman parte del conflicto. Hablar de manera calmada y afectiva.

Responsabilizarnos de nuestros estallidos de cólera o cambios de humor.

 

VÍCTIMA

En este caso el punto de partida es reconocer que nuestra actitud es inmovilista. Y que dejemos de gastar tiempo y energía en buscar culpables y que empecemos a responsabilizarnos. 

El primer paso es la aceptación, como en todo proceso. En este caso aceptar desde una madurez consciente, y abandonar roles infantiles y de indefensión que asumimos inconscientemente cuando estamos en modo víctima.

Responsabilizarnos y ser conscientes de que somos l@s únic@s responsables de nuestra vida, acciones y respuestas. Y por supuesto de las consecuencias.

Tomar acción y comprometernos a encontrar soluciones, con nuestros recursos y habilidades. 

Confiar más en nosotros, en la vida. Fluir en lugar de luchar contra lo que es, y lo que pensamos debería de ser, o nos gustaría que fuera.

Hablarnos de manera amable y cuidadosa, elegir ser nuestr@ mejor amig@

Contactar con nuestro cuerpo, por medio de las emociones. Permitirnos conocer cuales son y qué mensaje nos traen. ¿Qué hay detrás de la rabia, la tristeza, los celos, los temores ? Y empezar a trabajar en ello.

Equilibrar nuestra autoestima. Cuidar nuestro vocabulario tanto interno, como externo. Que nos contamos y de qué manera. Hablarnos con amabilidad y con compasión cuando no salen las cosas como esperamos.

Apostar por la celebración y la recompensa, en lugar de por el castigo.

 

 

COMO SALIR DEL SHOW DEL TRIÁNGULO DRAMÁTICO 

  • El primer paso es hacerse consciente de que estamos participando de este show del triángulo dramático. 
  • Qué rol, o roles estamos interpretando.
  • Hacernos conscientes de que todos los roles son tóxicos y disfuncionales y no aportan nada bueno a las relaciones. Y que solo de nosotros depende salir de ellos.
  • Elegir no participar de este show.   Esto será el comienzo de otro tipo de relación más sana y equilibrada. 

 

 Hazte consciente, y elige qué tipo de relaciones quieres, qué persona quieres ser, qué puedes aportar a las relaciones y desde donde. 

Desde qué actitud e intención. 

Porque recuerda que lo que das, es lo que recibes

Lo que siembres será lo que recogerás.. causa – efecto…

Tal cual.. Aquí no hay trampa ni cartón.

Así que hoy ya sabes un poquito más de este apasionante tema, espero que te sea de utilidad, ahora y como siempre  lo que te queda es ponerlo en práctica. Que suele ser lo más difícil, pero que es lo único que nos dará resultados. 

Pasar de la teoría a la acción. 

Prueba y comprueba, porque sin experiencia no hay aprendizaje.

 Te deseo un feliz dia 

 

Pedro Serrano Coach

Coach Personal y Ejecutivo

www.pedroserrano.coach

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