UNA GOTA SINGULAR COMO NOVEDAD N°5
Todos tenemos alguna anécdota relacionada con N°5.
La esencia más icónica de la Maison está tan instalada en nuestra memoria que, al referirnos a ella, recordamos al instante una sonrisa, un viaje, un amor… una emoción.
N°5 de CHANEL lo forman un mosaico de fragancias, una familia que sabe trascender el tiempo y dejar en su estela la posibilidad etérea de aquello que ha de venir.
Y así ocurrió en 2016. Nació N°5 L’EAU, el perfume icónico, hechizante, con un frescor floral y una vivacidad inédita. Una fuente de energía, ligera, transparente, pero suficientemente sólida como para anclarse en el ahora. Es una gota efusiva, que illumina su entorno con aromas hesperidados. A los cítricos, potenciados gracias a los aldehídos, les sigue un torbellino floral de jazmín, rosa e ylang ylang, que deja paso a la energía del vetiver y el cedro.
Un perfume adictivo, vital, sofisticado pero sencillo y capaz de hacer realidad los sueños más alocados. Una gota delicada y enérgica que viaja a través de corrientes opuestas y alberga todas las emociones del mundo.
Gracias a ella, uno puede serlo todo y su contrario; la despreocupación, la alegría, la espiritualidad, el deseo, la delicadeza… Una fragancia floral que sabe responder a las necesidades de cada momento, capaz de desencadenar la emoción adecuada para afrontar el momento que se está viviendo en cuestión de segundos y de improviso.
Una prenda olfativa que sabe adaptarse a cualquier situación y ofrecer un abanico de emociones. Para ser quien uno quiera ser, cuando uno quiera ser. Con total libertad y con audacia.
UN PERFUME ADICTIVO QUE MARCA EL DESTINO
Para captar los múltiples poderes de este perfume, había que crear algo inesperado. Por primera vez en la historia de la Maison, N°5 L’EAU se separa de su histórico frasco.
La poderosa esencia se viste con una segunda piel de cristal, que contiene el secreto alquimista de la solidez y delicadeza necesarias para atrapar el tiempo y mantenerlo en movimiento antes de que se desvanezca.
Que esta gota de vida pueda encerrarse en este nuevo envase efímero. Sólo durante un instante, el tiempo de esta edición limitada.
Necesitamos imperativamente agarrarnos a ella antes de que cambie el viento, antes de que se disipe y se desvanezca. Para que, por fin, pueda concentrarse en la palma de la mano, en una sola gota, toda la fuerza del presente.
Con su estructura y formas redondeadas y etéreas, este frasco de coleccionista es una promesa de vida. Pequeño, ovalado y transparente, parece un guijarro. Capta la luz en su forma más sencilla. Un frasco diseñado para contener la sensación de energía natural. El poder de este soplo vital envuelto en cristal nos transporta a otra dimensión, donde todo se magnifica, se intensifica y se carga de energía. Lleno de vida.
UN FRASCO QUE, COMO SU ESTELA, TRANSMITE LA ALEGRÍA DE VIVIR.
Un objeto para llevar a cualquier parte.
Cuando lo llevamos con nosotros, se convierte en parte de uno mismo, en nuestra propia esencia.
Cuando sabemos quienes somos, se armoniza con nuestra alma, gota a gota.
Escucha y sigue nuestros latidos. Con él, cambiamos de manera constante, para ser algo nuevo, cada día.
Una luz que ilumina algo en nuestro interior. Un secreto para no guardar.
Un frasco que no se mantiene de pie, que nos conecta los unos a los otros.
Es perfecto para ir pasándolo de mano en mano, de vida en vida, en un círculo lleno de energía, como una línea de alta tensión que nos conecta entre nosotros, para que juntos, estemos listos para vivir aquello que nos depara la vida.
Todos necesitamos una gota, una gota de N°5 L’EAU.
WE ALL NEED A DROP, A DROP OF N°5 L’EAU.