La moda siempre ha tenido la necesidad de adaptarse al cambio. Hace poco más de un mes, Prada presentó su colección primavera/verano 2021 y fue una ocasión especial por dos razones: la primera; Raf Simons, el hombre que duró dos días en Dior por problemas con el futuro de la imagen de marca, se unía al equipo creativo junto con la icónica Miuccia Prada. La segunda razón, como no, el hecho de que nos encontremos en medio de una pandemia mundial. Y la cuestión sobre si la firma superará el contexto actual para afrontar la vida contemporánea es, sin duda, intrigante.
La propuesta se retransmitió online a modo de short film, seguido de una charla con ambos directores para responder preguntas enviadas por algunos de los seguidores. Este formato de desfile anti-covid permite apreciar mejor los detalles de las prendas y capturar el movimiento de la ropa. Como explica Prada, la colección trata de responder a la relación entre el hombre, la tecnología y la información. Una reflexión que da sus frutos en una serie de “uniformes” que componen casi toda la primera parte del desfile. Simons afirma que el propósito de estas piezas es ofrecer una base monocolor desde la cual se puede empezar a construir un look. Son blusas, camisas o pantalones que podrían haber estado en tu armario hace diez años y también dentro de treinta Piezas que fomentan la idea de armario sostenible, de heredar algo que puedes combinar perfectamente con la camisa de flecos que te pusiste en aquella fiesta, o con los pantalones que sueles llevar a trabajar. Dentro de este desfile, llama la atención el gesto que hacen los modelos con una mano para agarrar el abrigo. Un gesto que no se aclara en la conferencia pero que deduce una relación muy directa e íntima con la prenda, casi como una prolongación de su cuerpo, una armadura que destaca por el protagonismo de la parte trasera.
Prada es una de las pocas firmas capaces de superar el intelecto de cualquier periodista de Il Corriere della Sera. Prada es una lectura a las necesidades de la industria para construir un estilo de vida mejor sin renunciar a la sensibilidad por el arte o la cultura. Simons explica en la conversación con su colega que, a pesar de inspirarse mucho en lo personal, el objetivo principal de cualquier firma es aportar prendas útiles para un colectivo. Miuccia Prada añade que cuanta más conexión tienes con la realidad, todo tiene mucho más sentido; la discusión sobre lo que uno lee o uno aprende es necesaria para entender cómo se va a abordar una colección.
Al principio de la charla, Miuccia toma la palabra para responder a la pregunta sobre si existe lo realmente “nuevo” o todo es una reconstrucción de lo que ya tenemos. “La palabra nuevo es la pesadilla de todo diseñador” confiesa Prada. Lo innovador no cobra tanto sentido en estos tiempos en los que la introspectiva individual y corporativa es tan necesaria para recuperar el rumbo. No necesitamos que la moda nos sorprenda, necesitamos que la moda nos dé soluciones para superar las consecuencias que provoca el ahora.