¿Alguna vez te has detenido a pensar en cómo y dónde enfocas tu atención y cómo esto impacta tu vida diaria? En un mundo lleno de distracciones, el arte de enfocarse se ha convertido en una habilidad valiosa que puede marcar la diferencia en tu bienestar emocional y tu éxito personal.
El Juego de la Atención:
La atención es el hilo conductor que teje la trama de tu vida. Desde disciplinas como el coaching emocional hasta los principios de la inteligencia emocional y la psicología positiva, todos convergen en un principio fundamental: donde ponemos el foco va nuestra energía. El arte y la práctica de entrenar nuestra atención y foco es determinante para la calidad de nuestra vida.
La Trampa de la Multitarea:
En la era de la información, la multitarea se ha convertido en una habilidad celebrada. Sin embargo, ¿qué pasa cuando nuestra atención se divide entre múltiples tareas? La multitarea puede ser una trampa que nos impide sumergirnos profundamente en el momento presente. Aprender a focalizar nuestra atención en una tarea a la vez no solo mejora la eficiencia, sino que también nos permite saborear cada experiencia con más intensidad. Hacer varias cosas a la vez es una fantasía, donde en realidad no se disfruta ni se hace nada realmente bien.
Tener el foco en varios lugares, e intentar hacer varias cosas en realidad no nos hace disfrutar plenamente de nada, y repetir este tipo de comportamiento finalmente genera estrés y ansiedad, malestar e insatisfacción.
El Enfoque dual:
Existen dos grandes tendencias en cuanto a los enfoques en general.
Hay una tendencia a poner el foco en lo que nos falta, en los problemas, en lo que no somos, en las carencias, en lo negativo (que desafortunadamente es el patrón que llevamos de serie, y que de manera casi automática empleamos) Además con la falsa creencia en muchas personas, de que si focalizamos de esta manera nos tendrá preparados para que cuando lleguen esos momentos difíciles. Nada más lejos de la realidad.
Tener el foco en lo negativo, en las carencias y problemas lo único que hace es desempoderarnos, desmotivarnos y hacernos insegur@s, bajando nuestros niveles de autoestima. Esta tendencia de ver las cosas desde un enfoque negativo en nada ayuda en nuestro crecimiento personal.
La otra tendencia es poner el foco en lo que tenemos, en nuestras luces, recursos, en apreciar y buscar las oportunidades, en lo positivo. Aquí tiene que ver mucho la actitud, y la intención que ponemos a la hora de focalizar. En este aspecto,sí que tenemos que ser más conscientes, elegir qué actitud adoptar y elegir dónde ponemos el foco, ya que este enfoque no lo llevamos tan interiorizado como la otra opción.
Al final tanto uno como otro serán predominantes por la cantidad de veces que los repitamos y empleemos, como todo. Por eso identificamos claramente quien es una persona con el foco puesto en lo negativo y en los problemas, y a las personas que ponen el foco en apreciar y en lo positivo. Con la repetición se moldea el carácter.
¡Ojo! Esto no significa que obviemos las cosas negativas, o los problemas, por supuesto, hay que conocer la situación, pero si, elegir conscientemente donde queremos poner el foco. Porque recuerda que: donde ponemos el foco va toda nuestra energía. Elegir el foco positivo, en apreciar en lugar de juzgar o culpabilizar.
Por ejemplo, apostar por la palabra “reto” en lugar de la palabra “problema” ya nos cambia la disposición para afrontar el tema que sea. No es lo mismo decir tengo un reto que gestionar, a tengo un problema. Solo cambiando la etiqueta, la palabra, nos puede ayudar a cambiar nuestra percepción y actitud.
El Enfoque en lo Positivo:
Desde la perspectiva de la psicología positiva, el enfoque en lo positivo es como un faro que guía nuestro barco en las aguas de la vida. Al entrenar nuestra mente para dirigir la atención hacía lo que funciona y lo que nos hace felices, creamos un ciclo positivo que influye en nuestras emociones y acciones. Es como ajustar el dial de la radio para sintonizar la frecuencia de la alegría y la gratitud.
Quitarse las gafas del juicio, y ponernos las gafas de apreciar es un gran paso que nos ayudará a tener el foco en lo positivo, en las oportunidades, en lo que nos hace sentir bien. Desde esta emoción y pensamientos nuestras acciones y resultados serán muy satisfactorios.
La Danza de las Emociones:
En el show de nuestras vidas, las emociones son los actores principales. Y el enfoque es el director que guía la danza de estas emociones. ¿En qué nos centramos cuando nos sentimos abrumados por la tristeza o el estrés? ¿Cómo podemos cambiar nuestro enfoque para transformar esas emociones en oportunidades de crecimiento? Aprender a dirigir nuestra atención hacia lo positivo incluso en momentos desafiantes puede ser una herramienta poderosa para nuestra salud emocional y mental.
Cómo aprender a focalizar bien:
Consciencia del Momento Presente:
- La atención plena, o mindfulness, es como encender una linterna en la oscuridad de la distracción. Practica la atención plena para estar completamente presente en el aquí y ahora. Convierte cada acción cotidiana, desde saborear tu café hasta caminar por la calle, en una oportunidad para practicar la plena conciencia.
- Hazte consciente de que el: Aquí y Ahora, es el único tiempo real.
Establecimiento de Prioridades:
- En un mundo lleno de demandas y expectativas, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Identifica tus metas y valores fundamentales. Establecer prioridades claras te ayuda a enfocarte en lo que realmente importa ya evitar distracciones innecesarias. El enfoque se convierte en tu brújula personal que te guía hacia tus metas más significativas. Aterriza esta idea en un papel, en un documento, visualizarlas te será de gran ayuda.
- Priorizar y especificar nos ayuda y mucho a dejar de procrastinar
Gratitud Diaria:
- La gratitud es el sol que ilumina incluso los días más nublados. Dedica tiempo cada día para reflexionar sobre lo que estás agradecido. Esto no solo cambia tu enfoque hacia lo positivo en tu vida, sino que también actúa como un recordatorio constante de las pequeñas alegrías que te rodean. Te ayuda a apreciar y a disfrutar lo que ya tienes
Práctica Regular:
- Focalizar bien es una habilidad que se desarrolla con la práctica constante. Dedica tiempo cada día para fortalecer tu capacidad de atención. Ya sea a través de la meditación, la reflexión o simplemente observando conscientemente tu entorno, la práctica regular te permite afinar y mejorar tu enfoque.
- Conviértelo en un hábito saludable, y ya sabes que los hábitos son pura repetición. Repetir, repetir y repetir.
Conclusión:
En el teatro de la vida, la iluminación está en tus manos. Al dirigir tu foco y atención, tienes el poder de transformar cada escena. Aprende a focalizar conscientemente ¡, y verás cómo tu vida se llena de significado, propósito y alegría. Entrenar tu enfoque te da seguridad y una mente más resiliente. Cada momento se convierte en una oportunidad para aprender y brillar y cada desafío en una escena que te lleva un paso más cerca de la realización personal o profesional.
Y como siempre prueba y comprueba, porque sin experiencia no hay aprendizaje.
Te deseo un feliz día
Pedro Serrano Coach
Coaching emocional y motivacional