Puede que te suene a cliché que también somos energías. Pero sí, efectivamente somos más que este cuerpo físico, somos billones de entes energéticos transitando en la tierra.
Somos seres experienciales, las experiencias se fraguan en nuestro cuerpo. Es en él donde sentimos, percibimos, manifestamos emociones, sentimientos y pensamientos, tanto como vivencias místicas o trascendentales.
El cuerpo es el laboratorio en donde el alma se expresa y experimenta. Es nuestro santuario, el vehículo. El cerebro es nuestro motor y la mente el sistema operativo. Así nos movemos en este campo terrestre. Pero hay algo más allá que hace que nos movamos hacia otras direcciones. Es la energía, la de nosotros, la del entorno y la de los que nos rodean.
Así como la sangre fluye por las venas, de igual manera la energía fluye alrededor de nosotros a través de unos canales llamados “nadis”. En la filosofía del Yoga y en otras disciplinas milenarias como el Budismo, el Qigong, la Reflexología y Acupuntura entre otros, nos comentan también sobre los “nadis”.
Los “nadis”, son canales energéticos que están alrededor de nuestro campo de energía. Se conectan con los miles de centros de energías llamados “chakras”. Tenemos aproximadamente 88.000 “chakras”, también llamados meridianos o puntos sensibles que están conectados con los órganos y en los diferentes sistemas del cuerpo humano.
¿Qué sucede cuando llevamos una dieta desequilibrada? Empiezan a aparecer los problemas, en el sistema circulatorio, patologías, retención de líquidos, obstrucción de arterias por el colesterol alto, piernas cansadas, fallos en algunos de los sistemas del cuerpo.
Lo mismo pasa con las energías. Cuando llevamos una vida con alto estrés, depresión, ansiedad, nos sentimos cansados, desanimados, bloqueados y sin perspectiva de la vida o de las cosas. Los “nadis” se bloquean no permitiendo el flujo de energía en el cuerpo y en los chacras, por lo que nuestro campo energético se ve afectado. Aparecen dolores en el cuerpo, contracturas en las cervicales, lumbares, espalda y pare de contar. Esto influye tanto en las emociones como en el estado de ánimo. Todo totalmente conectado con las emociones y los sentimientos.
Es por esta razón, que no solo llevar una dieta balanceada en la alimentación ayuda a nuestro cuerpo a estar más saludable. Es invitarte a ir siempre un poco más allá.
Aquí te dejo unos tips para una dieta energética saludable.
- Meditación como rutina diaria.
- Respira conscientemente, hacer Pranayamas direcciona la energía del cuerpo.
- Haz actividades holísticas como: Yoga, Qigong, Biodanza, Terapias alternativas.
- Aventúrate al autoconocimiento a través del coaching, psicoterapia, psicología, psicoanálisis, te llevan a lugares que jamás podrías imaginar.
- Prueba la aromaterapia, los aceites esenciales son un mundo para el control de las emociones. Vivimos a través de nuestros sentidos.
- Aplica sanas restricciones como aprender a decir NO y poner límites.
- Evitar las relaciones tóxicas.
- Ten contacto siempre con la naturaleza. Escápate al parque cada vez que puedas.
- Haz deporte, busca una actividad deportiva que te haga click.
- Duerme de 6 a 8 horas.
- Escucha tu intuición y confía en ella. Si lo has sentido es por algo.
- Bañarse con sal gorda. (que no te falte una tasa con sal en el baño).
- Rodéate de personas que te aporten valor, no que te resten.
- Agradecer por cada día y por todo lo que te sucede, no siempre lo malo es malo porque hay un aprendizaje detrás de ello. Detrás del agradecimiento está la abundancia y la prosperidad.
Cuidar de las energías y reconocer que somos más que este cuerpo nos ayuda a tener una vida más feliz, siendo responsables de las energías que creamos.
Vivimos en un mundo donde los cambios drásticos están a la vuelta de la esquina y debemos estar en tono y preparados para todo lo que pueda suceder, siempre vibrando alto.
“El equilibrio físico y mental nos lleva a la autorrealización”