Estábamos en febrero cuando conocimos por primera vez la colección otoño/invierno de Carolina Herrera. Como nos tiene acostumbrados, en esta campaña también reina la elegancia romántica y maximalista cuyos volúmenes arquitectónicos solo se combinan con la poderosa explosión de colores vivos e inmensos motivos florales.
Su director creativo, Wes Gordon, pidió a la fotógrafa Elizaveta Porodina que inmortalizara a las bailarinas de ballet. El resultado no es otra cosa que líneas barrocas intercaladas con una frescura colorida que ha conseguido maravillarnos.
Todo en esta colección de Carolina Herrera suena a nostalgia, a poesía, al barroco más sofisticado. Sin embargo, lo que más consigue atrapar de esta colección es precisamente el poder de las imágenes. Lo más sorprendente de todo es que no se llevaron a cabo en un estudio, sino a través de la aplicación Zoom en pleno confinamiento mundial.
¿Es o no es impresionante?