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El estrés y la guerra de las hormonas

En la situación en la que nos encontramos actualmente con el tema del Coronavirus, tener estrés es algo más que normal. Aunque debamos tener en cuenta que el estrés es un mecanismo vital para nuestra supervivencia, que tenemos desde nuestros orígenes y que nos ayuda y mucho (aunque nos pueda parecer extraño), también debemos tener en cuenta que en los tiempos actuales y en otro contexto nos puede jugar malas pasadas. Muchas veces queremos curarlo, como si de una enfermedad se tratara, y eso no es posible porque no es ninguna enfermedad; lo que sí podemos hacer es controlarlo.

 

relax

 

El estrés es un proceso que ponemos en marcha para adaptarnos al entorno, es un estímulo frente a situaciones importantes o acontecimientos que percibimos como amenazantes o desbordantes, o simplemente cambios que nos exigen un sobreesfuerzo y una alteración de nuestro bienestar. Dependiendo de la manera en que lo enfoquemos o afrontemos, en ocasiones, el estrés puede ser positivo y ayudarnos. El estrés positivo es el llamado Eustrés, que se asocia también con la hormona de la felicidad (la dopamina). Este tipo de estrés nos estimulará y nos aportará agilidad de pensamiento, vitalidad, una conducta más energética, incremento de la eficacia y el rendimiento (vamos, que nos pondrá las pilas).

 

células

 

La otra cara de la moneda es el llamado Distrés, o estrés negativo, al que comúnmente llamamos estrés, y que se asocia con la producción de cortisol, hormona que pone el cuerpo en alerta ante una amenaza real o imaginaria y prepara el cuerpo para una respuesta de lucha o huida. El problema está en que si mantenemos y prolongamos este estado en el tiempo, y deja de ser una respuesta puntual, lo convertiremos en estrés crónico, y ahí es cuando el estrés deja de ser una herramienta que nos ayuda o prepara y pasa a ser un problema que nos produce agotamiento y desequilibrio mental, emocional y corporal.

 

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En esos casos, nuestro cuerpo es nuestro mejor aliado y nunca miente, y nos va a contar lo que pasa… ¿Y cómo se comunica con nosotros? Pues por medio de las emociones y sensorialmente, de tal manera que nos empezará a lanzar signos de alarma para que sepamos que estamos sobrepasados. Es muy importante ser conscientes de ello, ya que muchas veces no le hacemos caso e incluso podemos llegar a asimilar ciertos estados como normales, llegando a somatizar estas emociones y a enfermar.

 

manzana

 

Estos son los síntomas más habituales:

 

  • Dolor de cabeza, provocado por la tensión muscular que ejercemos sobre la cabeza, cuello, y también sobre la mandíbula.
  • Falta de energía y concentración.
  • Sensaciones de frío o calor.
  • Temblores (labios, ojos, etc.).
  • Cambios en la conducta.
  • Cambios de peso por malos hábitos alimenticios.
  • Cansancio constante o prolongado.
  • Hiperactividad, y no saber parar.
  • Problemas a nivel sexual por falta o exceso (adicción).
  • Insomnio o exceso de sueño.
  • Problemas intestinales (diarreas o estreñimiento).
  • Irritabilidad extrema, nervios a flor de piel.

 

A nivel mental, el estrés lo notamos como fatiga mental. Os ayudará plantearos: ¿Cómo percibimos el problema? ¿Es real o imaginario? ¿Nos vemos con posibilidades de afrontarlo, lo vemos demasiado grande? ¿Distorsiones, adelantar el futuro?

 

Así que debemos de tomar el control y encontrar nuevamente el equilibrio, corporal, emocional y mental. Y sabiendo que la hormona principal que inunda nuestro cuerpo en estados de estrés es el cortisol, buscaremos la hormona que mejor puede combatir y anular sus efectos, y esta es la oxitocina, también conocida como la hormona del amor, que tan decisiva es en las relaciones de pareja, en el afecto, cuidado y protección de los seres queridos, sexualidad, bienestar, placer, etc. Para producirla os propongo una serie de acciones que seguro os harán bajar los niveles de estrés y por consiguiente estar en un estado más equilibrado y de tranquilidad desde el cual afrontar cualquier situación en condiciones mucho más óptimas y de normalidad.

 

ACTIVIDAD FÍSICA

Parece complicado en casa con la situación actual, pero querer es poder. Sin ir más lejos mi amiga Paloma me contó ayer mismo que todos los días hace más de 10 kilómetros haciendo un circuito dentro de su propia casa… y, ¿qué me dices de subir y bajar las escaleras a pie cuando vayas a ir a comprar? Por no hablar de las cientos de aplicaciones o entrenadores que te guían online, así que… ¡empieza ya! pues está demostrado que la actividad física aumenta los niveles de oxitocina, así como de endorfinas.

 

ejercicio

 

CONTACTO FÍSICO

Si es posible y eres de los que estás en esta situación, las caricias generan mucha oxitocina y por lo tanto bienestar (por no hablar del buen sexo, que también la genera y en altas cantidades).

 

 

También, si compartes espacio en otro tipo de relación, como de amistad o familia, las muestras de cariño como los abrazos también la producen, al igual que un buen achuchón con nuestras mascotas.

 

SER GENEROSOS

Dar algo a los demás nos hace sentir bien, ya sean cosas materiales o intangibles, como ofrecer nuestro tiempo para ayudar con algo. También escuchar a los demás nos hará sentirnos muy bien, así como a la persona que es escuchada, subiendo a ambos los niveles de oxitocina.

 

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PALABRAS DE ALIENTO Y GRATITUD

Tanto si las damos como si las recibimos, comprobaremos sus efectos positivos de bienestar y calma, está más que comprobado.

 

dedos

 

 

DESCANSO

Dormir al menos 7 u 8 horas, siempre que sea posible, fortalece nuestro sistema inmunológico y además libera otras hormonas como la melanina y la serotonina, que contrarrestan los efectos del cortisol y la adrenalina.

 

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ALIMENTACIÓN

Evitar el azúcar, con bastante tiene que lidiar ya nuestro cuerpo cuando el cortisol campa a sus anchas por nuestro organismo cuando estamos estresados. La dieta mediterránea es ideal para estos casos, así como los vegetales.

 

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A NIVEL MENTAL

Salir de los patrones automáticos que nos llevan al pasado o al futuro (tiempo psicológico donde no tenemos ningún tipo de control y que nos genera estrés y ansiedad). Estar conscientemente en el presente, en el aquí y ahora, único tiempo donde tenemos el control.

 

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Herramientas como la respiración, la meditación o la práctica del Mindfulness, nos ayudarán a reconocer y aceptar las sensaciones de nuestro cuerpo. Sus efectos de relajación en cuerpo y mente nos harán entrar en estados de calma y equilibrio, liberando oxitocina y haciendo desaparecer lo miedos (casi siempre proyectados en el futuro).

 

Hazte Consciente de que la actitud que tengas y la elección que hagas de cómo afrontar las circunstancias son determinantes. ¿Prefieres afrontarlas desde el amor, o desde el temor? La decisión es siempre tuya y de nadie más.

 

Tú eliges, el poder es tuyo.

 

 

Feliz Cuarentena.

 

Pedro Serrano
Coach personal y de equipo

Pedro Serrano

www.pedroserrano.coach
www.hazteconsciente.com

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