Hoy voy a compartir con vosotros uno de los temas que más trato con mis clientes, ya que es un tema universal y que nos pasa prácticamente a todos; se trata de procrastinar. Pero… ¿qué es procrastinar? Procrastinar significa aplazar, posponer o rehuir alguna tarea o acción importante y significativa por otra actividad que nos apetezca más, que sea más fácil de hacer y nos cueste un menor esfuerzo. También es procrastinar la tendencia de nuestra mente a dar prioridad a las necesidades a corto plazo en vez a las de largo plazo, buscando el placer inmediato.
Funcionamos así por la incapacidad que tenemos para manejar estados de ánimo negativos relacionados con una tarea, que podemos percibir como desafiante, aburrida, demasiado grande, con ansiedad, con miedo, etc., ya sea realmente así o solo nos lo estemos imaginando.
Normalmente funciona de la siguiente manera:
- Primera etapa: sentimiento de incomodidad o ansiedad respecto a esa actividad o tarea que debemos hacer.
- Segunda Etapa: nuestro cerebro viene en nuestra ayuda, y para hacer desaparecer esa sensación, nos busca otra tarea o actividad que nos genere más placer y comodidad con poco esfuerzo.
- Tercera Etapa: nuestro cerebro guarda esa actividad que deberíamos hacer como dolorosa, incómoda o no apetecible. Cuando recordamos esa tarea pendiente y que procrastinamos, nos genera remordimiento y volvemos otra vez a la segunda etapa, en la que buscamos mil ocupaciones o excusas para distraernos de esa sensación de culpa que no nos gusta. Así entraremos en un bucle sin fin, que se podrá hacer crónico si no le ponemos el foco.
Y estas son las consecuencias que nos puede acarrear el procrastinar:
- Costarnos mucho fijar objetivos y por lo tanto tener resultados en cualquier ámbito de nuestra vida.
- Perder el foco y las metas importantes.
- Minar nuestra autoestima y voluntad.
- Tener mala reputación entre las personas que nos rodean.
- Evitar conversaciones vitales en nuestra vida, lo que puede llevar incluso a que perdamos a personas importantes, como en el caso de una separación.
Procrastinar: ¿por qué lo hacemos?
- Porque queremos una recompensa inmediata: buscamos el placer y el mínimo esfuerzo, sin pensar en las consecuencias.
- Tener una tarea compleja o larga en el tiempo, como por ejemplo preparar un examen, tener un proyecto profesional grande, etc.
- No tener bien definida la tarea.
- El miedo al fracaso: ya sea a un proyecto, al quedar con una persona, por la vergüenza, el rechazo, el salir de tu zona de control.
- No tener fecha limite o plazo: es de las más habituales, me relajo… espero el momento perfecto de motivación y nunca empiezo.
- No nos gusta la tarea: nos enfrentamos a tareas aburridas, difíciles o en las que no tenemos seguridad, sentimos frustración y experimentamos emociones negativas.
Así pues, procrastinar no es un problema de gestión del tiempo, sino de gestión de las emociones. Hazte consciente de por qué procrastinas, qué tareas o acciones aplazas y cuál es la razón, y podrás tomar conciencia del problema e identificar las soluciones. A continuación te indico algunos trucos para evitar la procrastinación en tu vida:
- Planifica: deja constancia de tus tareas por escrito, vete marcando lo conseguido y celébralo. Otra forma de planificar es escribiendo antes de dormir las tareas para el día siguiente, así cuando te despiertes ya tendrás claro lo que tienes que hacer.
- Ponte fechas limite: está comprobado científicamente que con una fecha límite es mucho más probable que completemos la tarea, ya que crearás la urgencia para actuar. También puedes ponerte objetivos y tratar de superar tus récords (si normalmente tardarías una semana en completar una tarea, plantea hacerlo por ejemplo en 5 días).
- Bloqueo de tiempo: durante ese periodo de tiempo haz solo esa tarea, bloquea ese tiempo para ti, no hagas ninguna otra cosa o tarea a la vez.
- Divide la tarea en porciones acordes a tu fortaleza y ritmo, hazlas muy especificas y organizando un orden. Por ejemplo este articulo que hoy comparto, primero documentarme, después preparar textos, a continuación reparar la versión para video, también con todos sus pasos. Paso a paso y con un orden.
- Ajusta tus ritmos y horarios de trabajo con la intensidad de las tareas: haz lo que más te cuesta en tu mejor momento del día, o al contrario. Por ejemplo, no dejes nada importante o complicado para después de comer si eres de los que mueres después de la comida. Si eres más noctámbulo, aprovecha la tarde o la noche para sacar tu mejor versión.
- Rodéate de personas que te inspiren, a las que admires, que te aporten. Dicen que eres la media de las 5 personas con las que más tiempo pasas, si esas personas son proactivas, positivas, alegres y voluntariosas, es bastante probable que tú seas así o que algo se te pegue.
- No te sobrepases: tan malo es quedarse corto como pasarse en la cantidad de tareas o en la búsqueda de la perfección. Parálisis por el análisis.
- La cuenta atrás: si te cuesta arrancar o no ves el momento, esta es tu técnica. 5,4,3,2,1, ¡empieza YA! SIMPLEMENTE COMIENZA.
- La ley de los dos minutos: En este caso, comprométete a hacer la actividad que sea por lo menos durante dos minutos; una vez empieces verás que continuar no supondrá un gran esfuerzo. Imagina que dices: “voy a leer pero solo dos minutitos”, una vez que has empezado, ¿te quedarás solo en los dos minutos? Aquí juega a nuestro favor la llamada ley de la inercia.
- Comprométete en publico: haz que juegue a tu favor el qué dirán y te sirva de motivación para no procrastinar. Hazte consciente de que procrastinar te alejará de tus sueños y proyectos, y que solo tú, en el aquí y ahora, tienes el poder de recuperarlos. ¡Ya!