El próximo 12 de febrero China estrenará su año nuevo, el año del buey, y Burberry no ha querido dejar de celebrarlo.
Con tal motivo, la casa ha decidido reinventar sus cuadros y lo hace renunciando a su color fetiche, al más representativo de la firma inglesa, la paleta de tostados, para rendirse al blanco y negro con detalles en amarillo y rojo, dos colores esenciales en China.
¡Además, para presentar su celebración del año chino, Burberry ha contado con un rostro oriental tan conocido como admirado, nada más y nada menos que Liu Wen!