Con el invierno acercándose, Olivier Rousteing, director artístico de Balmain, colabora con la marca especializada en deportes de invierno Rossignol para imaginar una colección cápsula tan glamurosa como deportiva.
Desde su juventud en el corazón de Saboya, Pierre Balmain practicó muchos deportes de invierno, en particular el esquí, y desarrolló una verdadera pasión por la montaña inculcada por su madre, Françoise.
Después de abrir su casa de moda en 1945 y tener éxito con sus elegantes vestidos y trajes, el diseñador fue elegido para diseñar los uniformes para el personal olímpico cuando Francia fue designada para albergar los Juegos de Invierno en 1968 en Grenoble.
Este año, Olivier Rousteing, desea perpetuar el amor que el modisto tenía por los deportes de invierno y la montaña.
Para ello, la diseñadora colabora con Rossignol, marca especializada en ropa y otros complementos para la montaña, y desvela una colección cápsula que combina ropa deportiva, performance y glamour.
En la colección podemos encontrar trajes de esquí, géneros de punto, abrigos, plumíferos y botas après-ski, todos disponibles en variaciones del emblemático estampado «Labyrinth» de Balmain, un patrón gráfico imaginado por su fundador hace cincuenta años.
La colección firmada por Balmain y Rossignol está disponible en balmain.com