Seguramente Balenciaga debe estar lanzando su libro de estilo previo al otoño junto con la llegada de la ropa a la tienda, convirtiéndolo en un ejercicio de ver y comprar ahora, como se puede ver en su campaña, donde las modelos aparecen probándose la ropa y tomando selfies en probadores.
Se encuentran dentro de cubículos de hormigón minimalistas que están lo suficientemente iluminados como para fomentar el uso de gafas de sol estilo escudo. Las huellas polvorientas en la alfombra negra ofrecen un toque de arena cuando se prueban las botas puntiagudas de bruja, o el estilo alto de Santiago con su toque occidental.
Eliza Douglas, modelo y artista habitual de Balenciaga , arrastró lo que parece ser una docena de artículos a su cabina, decidiéndose por un chándal de satén suelto y un bolso blando cubierto con una cadena pesada.
El director creativo Demna encontró nuevas formas de expresarse: chaquetas y camisas dobladas o acolchadas; recortando chaquetones y trincheras y doblando los dobladillos por debajo.
Las chaquetas acolchadas tampoco se rinden, aquí abultadas, ensanchadas y acampanadas, pero cortas sin rodeos justo más allá de la cadera.
La colección de mujer es elegante de una manera poco convencional: chaquetas universitarias y chándales envueltos en telas brillantes, la sastrería voluminosa… pero de alguna manera se hace eco de algunas de las curvas que definen el bolso Hourglass.