Nagú es un agradable y amplio local de dos plantas decorado en tonos claros. Una imagen inspirada en la cultura nórdica ya que su nombre, Nagú, hace referencia a una recóndita población de Finlandia rodeada de vegetación y aguas cristalinas, dónde sus escasos habitantes vivían con esa tranquilidad y sosiego tan típica de la raza nórdica. Una forma de vida caracterizada por la sencillez, dónde valores como la tradición y el valor del tiempo determinaban su rutina diaria, valorando la calidad de los momentos en compañía de los seres queridos.
A pesar de que la población de Nagú ya no existe como tal, el Grupo Lugali ha buscado rescatar los valores que definen ese concepto, para plasmarlos en un espacio gastronómico donde disfrutar del saber hacer de su chef, el fantástico, Jaime Amador, un enamorado de la cocina, con una larga trayectoria profesional, que logra transmitirnos toda la esencia de Nagú a través de sus platos.
Partiendo de ese concepto de filosofía de vida, Nagú abrió sus puertas en 2018 para ofrecer a sus clientes un espacio dónde disfrutar, en un entorno acogedor y tranquilo, de una excelente propuesta gastronómica en buena compañía. Platos caracterizados por un estilo clásico y elaborados con cariño para nuestro disfrute. Honestidad y calidad podría ser, sin duda alguna, el lema de Nagú. Un bonito local en el que es fácil dejarse llevar para sencillamente disfrutar. Al frente de los fogones, Jaime se encarga siempre de sacar lo mejor de cada producto, mientras que en sala, el encantador maître, Marcos, nos atiende con su simpatía innata para que disfrutemos de Nagú plenamente.
Ubicado muy cerquita de la calle Goya, en Nagú además de la carta convencional, nos ofrecen una amplia variedad de platos, para compartir o picar algo con amigos. Un restaurante que se adapta a nuestras necesidades y lo más importante, a nuestro presupuesto, sin por ello descuidar esos detalles que tanto valoramos. De hecho, además de la atractiva carta, nos seducen con una amplia bodega con más de veinte referencias, para poder maridar los platos según nuestras preferencias personales.
Comenzamos disfrutando de un rico aperitivo por cortesía de la casa, un suave paté de pato y pollo con unas finas tostaditas de pan tostado. Seguimos con sus ya famosas croquetas cremosas de jamón. Delicadas, humeantes y absolutamente recomendables, antes de probar unas crujientes tortillitas de camarones y unos sabrosos torreznos, típicos de Soria.
La ensaladilla rusa de Nagú es casera. Ligera. Suave. Dio paso a unas tiernas alcachofas a la brasa y a unos espectaculares mejillones picantes, con una salsa que es verdaderamente adictiva. Ideal para mojar y disfrutar plenamente de su increíble sabor. Para terminar, no podíamos dejar de probar sus carnes a la brasa. Uno de los puntos fuertes de Nagú. Marcos nos recomendó, muy acertadamente el lomo bajo de vaca vieja que vino acompañado de unas fantásticas patatas fritas caseras de corte muy fino y unos riquísimos pimientos de padrón. Tras lo cual, pasamos al apartado de los postres. En Nagú son todos caseros y probamos su deliciosa tarta de queso coronada por unas ricas fresas y una magnífica tarta fina de manzana. Un final perfecto que nos dejó con buen sabor de boca y con ganas de repetir. Muy pronto.
Nagú, una grata sorpresa gastronómica en una de las zonas más animadas de Madrid. Muy cerquita del Wizink Center, un auténtico remanso de paz en plena vorágine, dónde disfrutar de buenos momentos en un ambiente acogedor, tranquilo y verdaderamente encantador.
Ana S. Diéguez
NAGÚ
Dirección: C/ de Fernán González, 2, 28009 Madrid
Web: restaurantenagu.es
Teléfono: 911 10 97 46
Precio Medio: 35€