Steve Jobs decía: cada día me miro en el espejo y me pregunto: si hoy fuese el último día de mi vida. ¿Querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta era NO durante demasiados días seguidos, sabía que tenía que cambiar algo.
¿Te suena de algo? ¿Cuántas veces sentimos que algo no va bien? Por no hablar también de cuando no tenemos ni idea de qué hacer o hacia dónde tirar. En otras ocasiones hay un desgaste y sentimos que es un ciclo que ya pasó, necesitamos reinventarnos… pero, ¿de qué manera?
En todas estas circunstancias y en muchas otras hay algo que nos puede ayudar, y mucho, y es conocer nuestro IKIGAI.
¿Pero qué es el IKIGAI?
El IKIGAI es una palabra, concepto, manera de vivir, sentido de vida, que tienen muchos Japoneses, más concretamente los de las islas de la región de OKINAWA, donde el IKIGAI está muy presente en sus vidas, haciéndoles sentir en equilibrio y realizados (según cuentan, incluso les alarga la vida).
La traducción de IKIGAI podría ser algo así como “La razón de vivir”, o “la razón de ser”. También lo podríamos entender como tu propósito de vida, algo que realmente te guste, el motivo por el que te levantas de la cama todas las mañanas. Todos tenemos nuestro IKIGAI, y justamente el encontrarlo y sentirlo conscientemente es lo que nos hará tener una vida plena y coherente con nosotros mismos.
La ausencia de IKIGAI es lo que nos trae en muchas ocasiones desequilibrio, monotonía, aburrimiento, cansancio, y no estar conectados con lo que hacemos, nos desmotiva y nos va desgastando poco a poco.
Solo nosotros sabemos lo que nos apasiona, lo que nos conecta, aquello que hace que el tiempo no exista, no hay esfuerzo, no hay lucha, todo fluye…
¿Sabes de qué te hablo, verdad? Cierto es también que nuestro IKIGAI, nuestra razón de vivir, en ocasiones va cambiando con el tiempo y con nuestras experiencias, con nuestros gustos, necesidades, etc. Pero lejos de que esto sea un problema, puede ser también una nueva motivación, un nuevo sentir, una nueva razón de vivir, reinventarse…
Aquí te puedo poner de ejemplo mi experiencia personal: Durante más de 20 años me dediqué al mundo de los eventos, de las producciones, de las fiestas. Ese era mi IKIGAI, ya que se daban los 4 elementos esenciales para que sea un IKIGAI, que son: LO QUE AMAS, EN LO QUE ERES BUENO, LO QUE EL MUNDO NECESITA Y POR LO QUE TE PUEDEN PAGAR.
En esta nueva etapa de mi vida, como Coach, se dan los mismos 4 elementos que te compartía, pero en otro ámbito completamente distinto al anterior.
Por supuesto, no existen reglas, y hay personas que pueden mantener el mismo IKIGAI durante toda su vida, otras podemos cambiarlo y encontrar otros, y otras quizás no lo encuentren nunca. Cada persona es un mundo, todos somos únicos y diferentes. Este es un tema muy personal, y la búsqueda está en nuestro interior, es un tema de autoconocimiento, escuchar nuestra voz interna, nuestro ser, es confiar en nuestro instinto.
No es fácil, ni rápido, y no hay un tiempo definido, cada persona lleva su ritmo, pero solo una cosa está clara, y es que la respuesta NO viene de fuera, de otras personas. Se trata de algo muy personal, y cuando nos contaminamos de otras opiniones o imposiciones podemos perder la oportunidad de conocer nuestro verdadero IKIGAI.
Hazte unas listas con:
- Lo que amas
- En lo que eres bueno
- Lo que el mundo necesita
- Por lo que te pueden pagar
La unión y suma en sus respectivas parcelas generarán unos gráficos, como el que te muestro a continuación:
De esta manera podrás identificar tu pasión, profesión, vocación y misión, y que te podrán dar pistas del camino de tu IKIGAI, sabiendo, como en cualquier tema del que hablemos, que tenemos que buscar el equilibrio entre todas las partes.
En muchas ocasiones le damos demasiada relevancia al aspecto laboral, ( en este caso representado por el último círculo “ Por lo que te pueden pagar” ) a la manera de estar y de sentirnos en ese contexto. Es una parte importantísima de nuestra vida, pero quería decir que el IKIGAI va más allá y no tiene que ver con la posición social ni con la economía (aunque evidentemente afecte a ella), sino que se trata de conocer el sentido de nuestra vida, sentirnos bien, siendo coherentes con nuestros valores.
Es algo básicamente emocional, y más profundamente espiritual. Tiene que ver más con el ser que con el tener.
Así que si estás en el camino de conocer tu IKIGAI, o si ya lo tienes, te comparto unos pasos que te ayudarán a encontrarlo o mantenerte en ese estado en el que, sin olvidar el destino, lo importante es disfrutar del camino.
- Empieza poco a poco, no te plantees grandes cambios y de golpe.
- Sé constante, sin prisa pero sin pausa.
- Fluye, no luches, solo tu sabes lo que te gusta y no lo que te impongan los demás.
- Tan importante es aprender como desaprender, ábrete a nuevas experiencias y sal de patrones automáticos.
- Celebra las pequeñas cosas, cada etapa del camino. Son los pequeños momentos y cosas, las que te harán sentir bien si las aprecias y eres consciente de ellas.
- Intenta estar despierto, en el aquí y ahora, en el presente, que es el mayor regalo y único lugar y tiempo donde tienes el poder de sentir y tener las riendas de tu vida.
- Confía en tu instinto, en tu sabiduría interna.
- Procura estar siempre con actividad, por pequeña que sea.
- Ten siempre la disposición de ayudar y atender a las personas de tu entorno.
- Cuida y escucha a tu cuerpo. No dejes de hacer ejercicio.
- Sé muy consciente de lo que comes, así como de las cantidades. No llegues nunca a saciarte.
- Mantén y cuida tus amistades.
No se trata de hacer grandes cambios, ni grandes acciones, ni de cambiar a nadie ni al mundo así de repente, no. Todas estas propuestas que te hago son en el día a día y en pequeñas acciones, sin que supongan un gran esfuerzo. Es una cuestión de actitud. Al final, la suma de todos esos pequeños momentos y acciones será lo que nos haga estar en armonía, equilibrados, y sentirnos realizados, dando un sentido a nuestra vida, que es lo que busca nuestro IKIGAI.
Nada más por hoy, espero que te haya gustado y que te sea de utilidad, y si es así que lo compartas con las personas a las que pienses le puede interesar. Contacta conmigo si tienes alguna duda o sugerencia, estaré encantado de responderte.
Hasta la próxima, disfruta del día.