El tantra es una filosofía de vida. Abre el corazón y aumenta la consciencia a quien lo practica en su verdadera esencia. Su palabra en sánscrito significa, método o instrumento. Un camino espiritual que combina un conjunto de técnicas de autorrealización.
En occidente lo enfocamos más a un nivel sexual que en lo espiritual. Aunque, hay diferentes escuelas de tantras, todas se inclinan en el pensamiento universal de utilizar la energía carnal para conseguir la conexión interior.
Practicarlo forma parte de la evolución de la consciencia individual, de la pareja y entorno. En la actualidad, cada vez más personas se interesan en practicarlo. No solo aporta beneficio a nivel espiritual reconociendo que somos parte del todo y somos energía.
También se utiliza como una terapia para renovar la vida íntima en las relaciones sentimentales. Saliendo de la monotonía, transcendiendo y llevando a un nivel más elevado el amor y la conexión con la pareja. A esta tendencia se le llama neotantra.
Su objetivo es conseguir la iluminación de la reflexión y el pensamiento llevando los sentidos hacia adentro, sin dejarnos llevar por ellos. En sí, debemos desaprender lo que hemos aprendido mal, como todo en la vida requiere de práctica y disciplina. Una vez que lo integras tus relaciones y experiencias sentimentales y sexuales son de un nivel mucho más elevado.
En el sexo tántrico la finalidad es el placer y el sentir, no la penetración y eyaculación en sí. Para el hombre es importante salvarse de eyacular o masturbarse por el simple hecho de que se siente estresado o quiera dormir mejor. Literalmente está desperdiciando su fuerza y energía creativa.
Lo ideal es aprovechar esa energía de deseo y placer para su encuentro con la pareja. Se trata de que la mujer puede tener la mayor cantidad de orgasmos posibles y el hombre durar el tiempo que quiera teniendo orgasmos sin llegar a la eyaculación. Lo que se llama orgasmo seco ú orgasmo energético.
Sus beneficios son indescriptibles. Lleva al autoconocimiento, la autocomprensión mejorada de la propia persona. Mejora la autoestima, como aceptar el cuerpo, la sexualidad, así como la de la pareja. Aporta libertad y seguridad propia y en el otro. Sin duda la relación se convierte en ser más placentera en todos los sentidos. Se crea un mejor vinculo de conexión, goce y disfrute.
La mayoría de los practicantes vienen del yoga y la meditación, aunque no es un requisito indispensable para empezar a hacerlo. El tantra también te lleva a la espiritualidad. ¡Todos los caminos conducen a Roma!
Cuando la energía tiende a ser más sexual, como querer masturbarse constantemente o querer tener más sexo con diferentes personas o todo lo opuesto. Sentirse sin libido. Se debe a que hay un desbalance en el chakra de la sexualidad. De querer tapar algo que no va bien en la vida. La persona está menos creativa, con miedos e inseguridades, más densa, con depresión, queriendo ver más pornografía por la falta de deseo.
La pornografía aleja la esencia de la sensualidad. Se pierde el arte de la seducción. Realmente lo que todos los seres anhelamos es una conexión real. Sentirse en vínculo con el otro.
El síndrome de la pornodopamina hoy en día es un gran tema. Está provocando en los jóvenes, adultos hombres, mujeres y de otros géneros dificultad para llegar al clímax sino tienen este estímulo. Como recurrir a las pastillitas milagrosas.
Esta sobreestimulación visual crea una distorsión de la mente ya que envía directamente mensajes al cerebro creando una dependencia que para tener placer, erección y eyaculación es necesario tenerlo.
Tener una buena guía de tantra es fundamental. Debe existir un equilibrio entre lo espiritual y lo terrenal. Somos las dos energías. Saber reconocer los fetiches, fantasías, compartirlo en un espacio sagrado de honrarse a uno mismo y al otro. Es simplemente mágico.
El tantra nos invita a travesar el reto personal de descubrir cómo se puede transformar el gozo sexual en el camino espiritual, conciliando el arte con el amor, es supremo, divino y sagrado.
Convertir las actividades en una meditación a través de la respiración. Es llenar de disfrute el momento presente entre el amor propio y amor por el otro. Es ir más allá de la fisicalidad.
Katherin Añez
Terapeuta emocional método QIlimbic.
Personal trainer, yoga, pilates, meditación,
Técnicas de respiración.